La razón del porqué tu perro gira a verte cada vez que le hablas



Si eres de los que adoran mantener conversaciones con su perro, seguramente más de una vez te habrá hecho gracia que este gire o ladee un poco la cabeza cuando te diriges a él, ya que en ocasiones hasta adoptan una expresión que parece ser de confusión o inquisitiva. ¡Aquí están las razones!
No es un secreto que el oído de los perros está mucho más desarrollado que el del ser humano, por lo que son capaces de percibir mayor cantidad de frecuencias sonoras, muchas de las cuales nosotros ni siquiera notamos.

Apoyándose en esto, algunos investigadores sostienen que el perro ladea la cabeza cuando le hablas para ubicar sus orejas de tal forma que pueda percibir mejor los sonidos que emites. Ahora bien, ¿por qué querría hacer esto? Aunque no puede entender lo que dices, se ha comprobado que los perros reconocen alrededor de 200 palabras del vocabulario humano, entre ellas los comandos y las instrucciones que le has enseñado y aquellas que relaciona con refuerzos positivos. Así que, cuando le hablas, quizá está esperando escuchar que saldrá de paseo, que recibirá una rica recompensa o incluso que le llamas la atención por algo que está haciendo en ese momento, pues además de la palabra también analiza la entonación que usas para dirigirte a él.

·         Desde pequeño el perro se habitúa a mirar hacia arriba cuando está contigo, buscando siempre tu cara y tus expresiones faciales, que le ayudan a identificar lo que esperas de él y tu estado de ánimo. Así pues, una de las teorías sobre por qué los perros ladean la cabeza cuando los hablamos se centra en este hecho para tratar de explicar dicho fenómeno, postulando que para algunas razas, debido a su fisionomía, les sería difícil mirar a los humanos de frente, por lo que al inclinar la cabeza tendrían una visión completa de nuestro rostro.

¿En qué casos esta suposición sería válida? Pues en aquellas razas caracterizadas por un hocico largo
, el cual impide al perro tener una visión completa de tu cara cuando te mira de frente, ladeando su cabeza para no perderse ningún gesto y tener más oportunidad de interpretar lo que dices.