Cuando nuestros perrhijos suelen mojarse (por la lluvia, un día en una alberca, etc), suelen oler bastante fuerte y muy característico al que no estamos acostumbrados y que choca con la higiene de los hogares humanos.
Huele así por las particularidades fisiológicas de los perros. Poseen bajo su pelo algunas capas de de grasa que los protegen de la deshidratación y de factores externos. Esta puede llenarse de suciedad, bacterias e incluso su heces, por lo que se adhieren a su piel.
Cuando se moja, suele movilizar los gérmenes acumulados, por lo que trae como resultado ese fuerte e incluso desagradable olor. Y este puede que este mismo se adhiera a alfombras, muebles, cojines y el mismo espacio del can.
Te recomendamos utilizar shampoo para perros, secarlo a la perfección después de un baño, cepillarlo constantemente para movilizar las bacterias y suciedad que pudieron haberse acumulado.
De igual forma te recordamos que lo mejor es que tenga baños periódicos, asiste al veterinario para que pueda recomendarte cuántas veces y cada cuando deberías bañarlo.
Y lavar constantemente los muebles, fundas, alfombras, sillones, por mencionar algunos, en los que tu perrhijo se acueste para evitar que el oler llegue a impregnarse en la tela.