Una buena alimentación y
cepillado son importantes para que el pelo de tu gato este brilloso, suave y
sedoso. En caso de que pienses que no tiene el brillo suficiente te damos
algunos remedios caseros para hacerlo brilloso sin necesidad de recurrir a ningún
químico.
Cerveza: Además de que nutre
el bulbo piloso y también la caña del pelo, dota el pelo con más flexibilidad,
suavidad y brillo. Sin embargo, la cerveza que emplearemos con nuestro gato
debe ser obligadamente sin alcohol. Cuando bañemos al gato y tras un breve
aclarado, le aplicaremos la cerveza tibia con una esponja por todo el cuerpo,
excepto por la cara y los genitales. Le haremos un masaje con nuestros dedos
para que la cerveza llegue a su epidermis bien repartida.
Esperaremos unos tres minutos y
procederemos a un buen aclarado con agua que elimine la cerveza totalmente. Por
último, secaremos muy bien al gato, cepillándolo o peinándole posteriormente.
Huevo: Hay dos formas de
usar el huevo como cosmético para el pelo: la yema y la clara. Ambas son
nutritivas para el pelo, pero funcionan mejor separadas que juntas. La yema es
muy nutritiva y más pegajosa, tendiendo a oscurecer el pelo y darle mucho
brillo. La clara es menos densa, se elimina mejor y tiende a aclarar el pelo,
ofreciendo un brillo más satinado. Por lo tanto, usaremos la yema para gatos de
pelo corto y oscuro. La clara nos servirá para gatos de pelo largo y claro.
Emulsionaremos con una batidora
la yema o la clara de huevo con un vaso de agua tibia. Una vez bañado el gato y
tras un leve aclarado procederemos a untar al gato con la emulsión escogida
mediante una esponja, evitando la cara, los genitales y masajeando de inmediato
al gato con los dedos para que se nutra bien la piel y el pelo.
Tras 5 minutos dejando que actúe
la emulsión, aclararemos a fondo con agua al gato para que no queden restos
pegajosos de huevo. Secaremos muy bien al gato y lo peinaremos o cepillaremos.
Debemos desechar la emulsión sobrante y no pretender guardarla.
Miel: La miel puede
emplearse también como nutriente del pelo. Un pelo bien nutrido es un pelo
sano, por consiguiente, brillante y elástico. Con una batidora emulsionaremos
medio litro de agua tibia con una cucharada sopera rasa de miel. Luego
procederemos con su aplicación de la misma forma que con la emulsión de yema o
clara, pero esforzándonos en el aclarado final ya que la miel es muy pegajosa.