Situaciones por las que ladra tu perro.

Los ladridos son la forma en que nuestro perrhijo se comunica no sólo con otros de su especie, sino también con nosotros, esto suelen utilizarlo para distintas situaciones. A veces con alegría pero otras incluso en momentos de peligro. 

Ladrar en algunas situaciones específicas también puede convertirse en un hábito, si están muy asentados en un perro, no es sencillo de cambiar. Debemos de tener mucha paciencia y comprensión hacia él. 

Estrés. Si alguna de sus necesidades básicas no está siendo cubierta, tu perrhijo podría estar tratando de liberar el estrés acumulado por medio de los ladridos. 

Exceso de soledad. Como animal social que es, tu perrhijo necesita interactuar con su entorno y si no estás mucho tiempo en casa es posible que la solución sería buscarle un compañero. 

Ansiedad tras separación.  Si se queda sola en casa sin control ni supervisión, posiblemente canalice la ansiedad por separación mordiendo los muebles o ladrando.

Dificultades para socializar. Esto puede suceder, entre otras cosas, porque no han desarrollado la capacidad de socializar. Quizá siga teniendo miedo a diversos estímulos del día a día, ruidos, niños, bicicletas, etc. En caso de ser preciso, hay que tratar el problema con un profesional.

Exceso de excitación. Normalmente sucede cuando juega con otros animales, descubre cosas nuevas, hace algo que les gusta, se excita y emociona

Miedos. Las experiencias duras e incluso traumáticas pueden generar miedos en los perros a situaciones, personas y objetos.